Lucernario
Concierto
Lucernario
HIMNOS AL AMANECER Y AL ATARDECER (MELODÍAS DEL HIMNARIO GREGORIANO) MIGUEL MANZANO (2014) (ACOMPAÑAMIENTO DE ÓRGANO Y ESTROFAS POLIFÓNICAS) |
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CORO DE CÁMARA DE LA UNIVERSIDAD DE SALAMANCA
LUIS DALDA, JORGE GARCÍA, JUDITH H. GARCÍA & DELIA MANZANO (ÓRGANO)
BERNARDO GARCÍA-BERNALT (DIRECCIÓN)
CATEDRAL DE SALAMANCA (IGLESIA NUEVA)
Sábado 20 de diciembre de 2014
Entrada libre hasta completar aforo
Esta bella palabra designa en arquitectura la ventana que deja pasar un chorro de luz desde lo alto de un muro hacia el interior de un recinto oscuro. En los templos antiguos nunca faltaban estos huecos iluminadores, que desde las primeras luces matutinas hasta su extinción vespertina dejaban pasar las variadas luces y colores del celaje. Y era precisamente en esas horas primeras y últimas del día cuando sonaban los vetustos himnos de Laudes y Vísperas que, entonados durante más de 15 siglos, hoy han quedado casi totalmente olvidados en las páginas de los himnarios.
De todos los libros que contienen las músicas gregorianas es el Himnario, quizás, el más rico y variado en sonoridades y matices. Desde la sencillez casi esquelética de algunos de ellos hasta el vuelo sin límites de otros, el repertorio hímnico gregoriano ofrece una variedad inagotable. Y a la vez el más variado colorido musical, por estar en él presentes los ocho modos, cada uno con su especial colorido sonoro y su capacidad de generar profusos e indescriptibles sentimientos y emociones.
El Congreso sobre la Catedral Nueva de Salamanca en el cuarto centenario del comienzo de su edificación, al que fui invitado a participar con una ponencia y con una composición, me ofreció la oportunidad de mostrar un mínimo, pero claro ejemplo de la riqueza musical del Himnario con la obra que, con el título Lucernario, contenía dos himnos del repertorio gregoriano: Lucis creator optime (siglo VI) y Iesu, rex admirabilis (siglo XIII).
En la estructura musical de los dos himnos que elegí integré dos elementos tradicionales en la música del templo. El primero, el canto coral: el canto unisonal gregoriano alternando con el coro a 4 voces, necesario y a la vez suficiente para dotar de belleza austera los textos cantados, en este caso himnos. Y por otra parte el órgano, ingenio mecánico sonoro nacido, desarrollado y evolucionado para sonar en los templos de gran amplitud como catedrales, grandes abadías, basílicas, colegiatas y santuarios
A conseguir lo que me proponía me ayudó la magistral interpretación que de aquella obra hizo el Coro de Cámara de la Universidad de Salamanca, junto con el organista Luis Dalda, dirigidos por Bernardo García-Bernalt, que interpretaron la obra con una calidad y hondura musical que hizo aflorar toda la belleza contenida en el canto gregoriano y en el tratamiento musical que para ese original y muy poco conocido repertorio era necesaria.
Animado por la aceptación que tuvo la obra, e impulsado, discretamente, por los que entonces fueron intérpretes y por otras personas que la han escuchado en grabación sonora, me animé a componer, con la misma estructura, el ciclo completo de los himnos que hacen referencia a cada uno de los tiempos del año litúrgico y a algunas de sus fiestas principales. Y ha sido así como ha ido tomando forma este nuevo LUCERNARIO que ahora se estrena.
Además de recuperar el órgano como acompañante de la voz, en este caso con unas armonías que resultan de la mezcla de varios sistemas modales, he querido también recuperar para el recuerdo, como tercer elemento de este LUCERNARIO, una forma musical breve ya extinguida, pero presente durante varios siglos en la liturgia, cuando ésta se desarrollaba sin prisas: el verso de órgano, esa forma breve, pero musicalmente exquisita, que en un corto minuto denso permite seguir ‘saboreando’ sonidos recién oídos, a la vez que facilita detenerse a meditar en la palabra que se ha escuchado cantada. Forma musical lamentablemente extinguida en estos tiempos de prisas y agitaciones que están acabando con una medicina necesaria para la supervivencia del espíritu: el silencio meditativo. Entre estrofa y estrofa de estos himnos sonarán, pues, en el espléndido órgano Echevarría de la Catedral Nueva, interpretados por cuatro organistas de la nueva escuela salmantina, unos versos que recordarán a algunos oyentes tiempos y prácticas musicales cada vez más olvidadas.
MIGUEL MANZANO
PROGRAMA
LUCERNARIO
Himnos al amanecer y al atardecer
Miguel Manzano (2014)
Inmense caeli conditor (1)
Conditor alme siderum (2)
Ave, maris stella (3)
A solis ortu cardine (4)
Audi, benigne conditor (2)
Ad regias agni dapes (3)
Tristes eran apostoli (4)
Veni, creator spiritus (3)
Ut queant laxis (2)
Iesu, rex admirabilis (1)
Pange lingua (more hispano) (1)
(1) Luis Dalda (órgano)
(2) Judith H. García (órgano)
(3) Delia Manzano (órgano)
(4) Jorge García (órgano)