TaCoS
XXII FESTIVAL INTERNACIONAL DE PRIMAVERA
MÚSICA DE LOS SIGLOS XX Y XXI
Viernes, 22 de marzo · Auditorio del Conservatorio Superior de Música · 20.30
SOLISTAS DEL CONSERVATORIO SUPERIOR
Taller de música contemporánea del Conservatorio Superior
TaCoS
Viernes, 22 de marzo · Auditorio Conservatorio Superior de Música · 20.30
TaCoS
PROGRAMA
(sin descanso, ni aplausos)
A. Schoenberg (1874-1951)….............. Pieza n.º 2 del Op. 11 para piano (1909)
Seis pequeñas piezas Op. 19 para piano (1913)
I. Con ternura y ligereza - II. Lento - III. Muy lento – IV . Rápido, pero con ligereza – V. Un poco rápido - VI. Muy lento
A. Webern (1883-1945)…………........... Dos piezas para cello y piano (1899)
I. Lento - II. Lento
Tres pequeñas piezas para cello y piano Op. 11 (1914)
I. Moderado - II. Muy agitado - III. Sumamente quieto
Cuatro piezas para violín y piano Op. 7 (1910-1914)
I. Lento - II. Rápido - III. Muy lento - IV. Con emoción
A. Berg (1885-1935)............................... Cuatro piezas Op. 5 para clarinete y piano (1913)
I. Mesurado - II. Muy lento - III. Muy rápido - IV. Lento
A. Schoenberg (1874-1951).................... del Op. 23 I. Lento - IV. Vigoroso - V. Vals (1921-23)
del Op. 25 Minuet y trío (1921-23)
A. Webern (1883-1945)……………. Cuarteto para saxofón, clarinete, violín y piano Op. 24 (1928)
I. Muy moderado - II. Vigoroso
INTÉRPRETES
Piano: Juan Antonio Domínguez, Alfonso González, Taissa Cuhna, Alea Esteban, Silvia Bris, Olga Albasini, Raquel Yagüe, Celia Rodríguez y Andrea García.
Cello: Virginia Del Cura.
Violín: María del Mar Ocaña y Olga Castiblanc (violines).
Clarinete: Alberto Álvarez y Sergio Sánchez.
Saxo: Miguel Gallego.
las ideas no nos dejan escuchar
Cuentan que en una ocasión, un entrevistador le hizo a Monk una pregunta, ante la cual Monk se mantuvo en silencio. El entrevistador impaciente, volvió a hacerle la pregunta, entonces Monk se dirigió al público:
Este chico ¿está sordo?
Webern habla con el silencio, y nos invita a la conversación;
dicho de otra manera,
Webern nos arroja al silencio, sin pedirnos permiso
Con la abolición de la tonalidad, de sus relaciones de simetría acórdicas, modulatorias, métricas y formales, con la prohibición de la repetición sentida por los compositores, no pudo evitarse un proceso de reducción temporal de la música. La intensificación de la expresión coincidió con un tabú contra la extensión en el tiempo. La necesidad de vencer al tiempo era inseparable del temor a perder, por la extensión y el despliegue temporal, la pureza del instante cargada de expresión.
(T. Adorno)
Lo que pretendo: liberarme de forma, símbolos, de contexto y lógica.
Fuera con el trabajo motívico!
Fuera con la armonía como cemento de la arquitectura. (…)
Fuera con el pathos!
mi música tiene que ser breve.
esbelta! dos notas, que estén, no construidas, sino expresadas
(…) nada que ver con esos sentimientos estilizados, esterilizados, aguados
No es así como se siente! es imposible sentir solamente una emoción. Se sienten muchas cosas a la vez(…) la naturaleza ilógica multicolor y polimórfica de nuestros sentimientos y sus asociaciones, (...)debo conseguir esto en mi música.
Una música que exprese sentimientos tal como son, llenos de conexiones no conscientes,
no la "percepción" de un proceso lógico consciente
(Schoenberg en una carta a F. Busoni)
Contradicción viva
Decía K. Kraus que los aforismos siempre dicen media verdad o verdad y media.
La sociedad privada de interpretación musical, fundada por Schoenberg y en la que Berg y Webern tenía un papel muy importante, organizaba conciertos semanales con música compuesta por Mahler y por músicos en el contexto de la Segunda Escuela de Viena (Viena 1918-1921):
“Los que estábamos implicados en este proyecto, lo hacíamos con total devoción. Trabajábamos noche y día, podíamos hacer, no sé, 200 ensayos para llegar a tocar una pieza, si era necesario.
La preparación estaba organizada, Schoenberg citaba a músicos expertos, que llevaban más tiempo trabajando con él, para que dirigiesen los ensayos. Obviamente, él no podía hacerlo todo, pero muchas obras las preparaba él mismo (…) el recuerdo de todo aquello aún nos ilumina hoy” (Kolisch).
“Si me preguntas por la manera de tocar de Schoenberg… se me ha quedado muy grabada su manera de llevar el tempo, tenía una capacidad increíble para mover la música y a la vez mantenerla quieta” (Steuermann).
“La manera de enseñar de Steuermann estaba basada en el sentido común, por poner un ejemplo, el balance entre registros, si uno toca en el registro grave, inevitablemente va un poco más lento que en el agudo (…) y para eso sólo es necesario escuchar…No había una manera correcta de hacer las cosas” (Russell Sherman).
“La extraordinaria libertad con que él mismo (Webern) interpretaba sus piezas, y que procuraba una inesperada plausibilidad incluso al más mínimo residuo de líneas, obedece sin duda a una aversión a la literalidad musical. Sólo una musicalidad bidimensional tachará de arbitraria, la manera en que el mismo Webern presentaba su música. Lo que tiene de espinoso, en cuanto demanda de un aquí, ahora no sumiso a nada general, ni a ninguna comunicación…” (T. Adorno).
Hemos encontrado esto en una pizarra:
L I F E I S N O W H E R E
(El sentido común nos dice que la música debe haberse ido al mismo sitio)
Adorno nos habla de Berg:
“Lo que en lo más íntimo distingue el tono de su música (...) es un elemento de entrega (...) mezclado con mucho escepticismo e ironía melancólicos, y lleno de profundo conocimiento de que no hay ninguna esperanza más que la del dejarse llevar”.
Adorno vio en el atonalismo un auténtico paradigma de pensamiento y de sociedad, sobre todo en la versión de su maestro Alban Berg (...)
La historia de la música se bifurcó en aquel momento. La línea pretendidamente progresiva que habría avanzado hasta el dodecafonismo dio lugar a una pseudo vanguardia obsesionada por el hecho en sí de la relación entre sonidos. De ahí nacería posteriormente la rigidez del serialismo integral. El atonalismo libre, por otra parte, fue a confluir con otros movimientos artísticos emancipadores y libertarios que concederían cada vez más protagonismo al fenómeno sonoro... (A. Notario)