Coro de Cámara, "Las siete últimas palabras de Cristo en la cruz"

Las siete últimas palabras de Cristo en la cruz


Joseph Haydn (1732-1809)
Versión para pianoforte y voces de S. Neukomm (1804?)


Coro de Cámara de la
Universidad de Salamanca


Juan José Diego (piano)


Director: Bernardo García-Bernalt

Auditorio Fonseca. 1 de abril de 2012. 20:00 horas
Entrada libre hasta completar el aforo

 

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Sería posiblemente en 1786 cuando Joseph Haydn recibió una carta escrita en latín, procedente de Cádiz y firmada por Francisco de Paula María de Micón, marqués de Méritos. En ella le solicitaba la composición de una obra musical destinada a una celebración paralitúrgica muy especial: el ejercicio de las Tres Horas. Tal acto se venía celebrando desde hacía años en la llamada Santa Cueva, un oratorio subterráneo que se había habilitado en 1756 en la iglesia del Rosario, en el centro de la ciudad.  La ceremonia, que tiene antecedentes en la reducciones jesuíticas americanas de mediados del XVII, se celebraba a mediodía del viernes santo y tenía por objeto la meditación sobre las frases que, según la tradición recogida en los  evangelios, Cristo pronunció en la cruz. El encargo estaba desrito con una minuciosidad que el propio Haydn recuerda en el préambulo que antecede a las diversas ediciones y versiones de la obra. Después de una introducción instrumental se pronunciarían siete sermones de unos diez minutos, tras cada uno de los cuales se debía escuchar un adagio o un largo de duración similar, que invitara a la meditación ante la imagen de un crucificado que se levantaba en medio de la iglesia. Palabras y música irían alternando, y se debía acabar con la representación musical del terremoto que siguió a la crucifixión. Todo ello se desarrollaba en un ambiente lúgubre, con las pareces del oratorio cubiertas de colgaduras negras y una sola lámpara en el centro.


Haydn aceptó el encargo y compuso la obra para orquesta. La difusión de la misma fue inmediata, a lo que contribuyeron las diferentes versiones que el propio Haydn abordó. Al año siguiente, en 1787,  publicó un arreglo para cuarteto y autorizó también la publicación de una reducción para teclado. La versión de oratorio –sobre textos de Joseph Friebert corregidos por el barón Gottfried van Swieten y el propio Haydn – fue escrita posiblemente en 1795, y estrenada en Viena en 1796. Por su parte, Sigismund Neukomm, alumno de Haydn y uno de los más activos difusores de su obra, publicaría en Viena en 1804, en la imprenta de Tranquillo Mollo, una reducción de esta última versión, para voces y teclado (tanto el pianoforte como el cémbalo son nombrados en la partitura), con el texto traducido al italiano. Esta peculiar versión es la que escucharemos en el concierto de hoy.


El hecho de que la celebración de las Tres Horas estuviera muy arraigada en la tradición hispana propició una extensa circulación de esta obra. Se encuentran copias de las distintas adaptaciones de la misma en numerosos archivos catedralicios españoles. Así, por ejemplo, la catedral de Salamanca posee manuscrito de una versión para teclado, en la de Zaragoza hay dos copias, una de ellas impresa por Bonifacio Sanmartín de Eslava, que no es sino una edición de la versión de Neukomm, y en  el Palacio Real hay también una peculiar adaptación para cuarteto de cuerdas y voces. No son tampoco raros los homenajes y referencias –muchas veces no reconocidos– a esta obra en otras composiciones: el archivo musical de la universidad de Salamanca guarda un curioso ejemplo. Incluso se realizaron traducciones al castellano de la versión de oratorio, como la del organista Francisco Xavier Cabo, publicada en Valencia en 1821.


Las siete palabras era una obra especialmente querida por Haydn. En una carta que envía a uno de sus editores ingleses ofreciéndole la versión orquestal y explicándole el trabajo dice: “Cada sonata o movimiento está solamente expresado por medio de una música instrumental de tal tipo que provoca la más profunda emoción del alma, incluso en la persona más sencilla. El trabajo entero dura poco más de una hora, pero ha de haber una pequeña pausa tras cada sonata, de modo que uno pueda reflexionar sobre el texto que sigue”. Al hilo de este comentario de Haydn hemos decidido intercalar entre movimiento y movimiento una brevísima intervención que sitúe al oyente en la que será la siguiente palabra. Para ello nos serviremos de un texto coetáneo a la versión de Neukomm, el  Sermón de las siete palabras que habló Jesú-Christo en la Cruz, del franciscano Fray Pantaleón García (Madrid 1804), del que entresacaremos algunas líneas.
Bernardo García-Bernalt


Die worte der erloesers am Kreutze
(Las palabras del redentor en la cruz)
Oratorio de Joseph Haydn (1732-1809)
Versión para teclado y voces de Sigismund Neukomm (1778-1858)
(Viena, T. Mollo, 1804)

L’introduzione. Maestoso adagio
I. Pater, dimitte illis. Largo
II. Amen, dico tibi: hodie mecum eris in Paradiso. Grave e cantabile.
III. Mulier, ecce filius tuus. Grave
IV. Eli, lamma sabacthani!. Largo
Introduzione seconda. Poco largo e cantabile
V. [Siteo]. Adagio
VI. Consumatum est. Lento.
VII. Pater, in manus tuas commendo Spiritum meum. Largo con sordini
Terremoto. Presto e con tutta la forza

CORO DE CÁMARA DE LA UNIVERSIDAD DE SALAMANCA


SOPRANOS: Ana Serrano, Bárbara Gomulka, Carmen del Olmo, Concha Yáñez, Elena Redondo, Gloria Ramos, Mercedes Martín, Noemí Pellejero.


ALTOS: Beatriz Mayoral, Cristina Alario, Cocha Delgado, Elisa Traubinger, Lourdes Diego, Raquel Nieto.


TENORES:
Ariel Sribman,  Carlos Fernández, Carmelo Hernández, David G. Iglesias, Pedro Fernández.


BAJOS: Alberto Miniño, Alejandro Gago, Álvaro de Dios, Carlos Conde, Javier García, Jesús Plaza


NARRADOR: Jesús Plaza
PIANO: Juan José Diego
DIRECTOR: Bernardo García-Bernalt

CORO DE CÁMARA DE LA UNIVERSIDAD DE SALAMANCA

El Coro de Cámara de la Universidad de Salamanca, fue creado en 1984 con el objeto de especializarse en la polifonía ibérica de los siglos XVI al XVIII. Desde entonces viene realizando un intenso trabajo de difusión y estudio de este repertorio, que se ha plasmado en centenares de conciertos, muchos de los cuales han supuesto el “reestreno” de partituras inéditas correspondientes a este periodo. Asimismo, en los últimos años es frecuentemente invitado a abordar, junto con distintas orquestas, música de los siglos XIX y XX.

Ha participado en numerosos ciclos y festivales como son el Encuentro Nacional de Polifonía de 1987 el ciclo “Música da época das descobertas” (Lisboa), la I Muestra de polifonía española (Würzburg), la I Rassegna Polifonica Internazionale (Bolonia), el XIV Ciclo de Música de Cámara y Polifonía (Auditorio Nacional de Madrid), la Semana de Música de Canarias,  “Música en la España de la expulsión” (Lincoln Center y Aaron Copland Auditorium de Nueva York),  A Música na Catedral de Santiago de Compostela no século XVIII, Semanas de Música Religiosa de Salamanca, XVIII Jornadas Gulbenkian de Música Antigua (Lisboa), Porto 2001, Los Siglos de Oro, Música y Patrimonio (Salamanca 2002), ciclo de conciertos de Navidad de Caja san Fernando, ciclo “Plaza Sacra” (Salamanca 2005), Festival “Florilegio” (Salamanca). FEX del Festival Internacional de Música y Danza de Granada, X Festival de Música antigua de Úbeda y Baeza , X edición del festival Clásicos en la Frontera (Huesca), ciclo de polifonía “Victoria y su tiempo” (Ávila), etc. Cuenta con diversas ediciones discográficas para RTVE, Tritó, Movieplay y Verso que han recibido excelentes críticas (disco del mes en Ritmo, 5 estrellas de Goldberg, etc.). Asimismo RNE clásica le ha dedicado varios programas.

Ha actuado con grupos y orquestas como los Sacqueboutiers de Tolouse, Segreis de Lisboa, la orquesta barroca “Il Fondamento”, la Orquesta Sinfónica de Bilbao, la Orquesta del Conservatorio de Ginebra, el Ensemble Elyma, Los Músicos de su Alteza, la Orquesta Barroca de Sevilla, la orquesta de cámara Gerardo Gombau, etc. Asimismo, colabora periódicamente con la Orquesta barroca y el Consort de violas da gamba de la Universidad de Salamanca. El Coro ha sido dirigido por músicos como Wim ten Have, Paul Dombrecht, Eduardo López Banzo, Jacques Ogg, Manuel Morais, Gerard Caussé, Juan José Mena, Omri Hadari, Gabriel Garrido, Manel Valdivieso, Luis A. González Marín, Carlos Cuesta,  Federico M. Sardelli etc.

Desde su fundación el coro es dirigido por Bernardo García-Bernalt, director, asimismo, del Coro Universitario y de la Academia de Música Antigua de la Universidad salmantina.


Juan José Diego (piano)
Juan José Diego inició su formación musical en Salamanca con Mª Luz Diego,  y después en el Conservatorio de la misma ciudad con Carmen Herrera y Juan José Perez Torrecillas. Completo más tarde sus estudios en Madrid con Almudena Cano y en numerosos cursos con profesores como Joaquín Achucarro, Ramón Coll, Patricia Montero, Ramsy Yassa, Guillermo González,  Manuel Carra, Rita Wagner, etc.
Desde muy pronto su dedicación se dirigió casi exclusivamente hacia la docencia, primero como profesor de Historia de la Música y después como profesor de Piano en los Conservatorios de Segovia y Salamanca, alternando de forma esporádica esta actividad con su participación en conciertos, especialmente en agrupaciones camerísticas.
Desde hace algunos años es pianista repetidor habitual del Coro de Cámara de la Universidad de Salamanca, al que ha acompañado en varios conciertos.
Interesado también en el mundo del jazz y las nuevas músicas, ha colaborado en grabaciones con músicos como Juan Cerro o el Quinteto Oeste.

 

TEXTOS

I. Pater dimitte illis, non enim sciunt quid faciunt.
Padre celeste!
china pietoso
dal trono'l tuo ciglio!
Padre amoroso!
tua santa prole
grazia ti chiede,
per noi mercede
ottenga il figlio!
Noi pure peccatori,
di colpa siamo rei.
Ma sia che ci ristori
ei che per noi mori.
Dio che soffri
per noi così
le colpe toglie.
Padre amoroso,
sia ci pietoso,
ascolta il figlio!.
O padre, mercede
ottenga il figlio.
I. Padre,  perdónalos porque no saben lo que hacen
Padre celestial,
desde tu trono
inclina piadoso tu mirada.
Padre amoroso,
tu santa prole
te pide gracia,
que tu hijo logre para nosotros
tus dones.
Nosotros pecadores
somos culpables de delito,
pero nos redime él,
que por nosotros murió.
El dios que sufrió
así por nosotros
nos libró de pecado.
Padre amoroso,
sé piadoso con nosotros,
¡escucha a tu hijo!
Oh padre, que tu hijo
obtenga tu piedad.
II. Amen dico tibi: hodie mecum eris in paradiso
Tu di grazia sei sorgente
o divino mediator!
Dice, e prega il penitente:
"Di me, giunt'al tuo regno,
deh! sovvenga ti, o Signor!"
Tu gli dai di grazia il pegno:
"Oggi con me sarai in paradiso".
Dio Signor, redentor!
Pentiti quì ci vedi
Della tua croce a piedi.
Almo padre, quì ci vedi!.
Dio Signor, redentor!
Ah! nel punto di nostra morte
quel tuo detto ci riconforte:
“Oggi meco sarai in paradiso!”.

II. Así te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso

¡Tú estás lleno de gracia,
oh divino mediador!
Dice y ruega el penitente:
"¡ Acuérdate de mí
en tu reino,  oh Señor!”
y tú le das prueba de tu misericordia:
" Hoy estarás conmigo en el paraíso".
¡Dios Señor, redentor!
Arrepentidos aquí nos tienes
a los pies de tu cruz.
¡Almo padre, aquí nos tienes!.
¡Señor Dios redentor!
¡Ah! en el momento de nuestra muerte
tus palabras nos reconfortan:
“¡Hoy estarás conmigo en el paraíso!”

III. Mulier, ecce filius tuus, et tu, ecce Mater tua
Vergin madre sconsolata,
singhiozando,
sospirando,
il suplizio rio nefando,
il suplizio de Giesù provasti al cor;
sconsolata alla corce sospirando:
in sí barbaro momento,
di pietá per sentimento,
comme figlio acceti
Gianni il garzon,
fedele in mezzo al dolor.
Vergin madre!
O refugio de'peccatori,
de tuoi flgli ascolta il pianto,
deh!, gli assista'l nome santo!
Madre fonde di perdon,
gli assista'l nome santo!
Quando morte s'avicina,
non lasciarci in abandon;
miserere, madre celeste, regina,
tu ci aita a debellare,
del demon le voglie avare;
Della morte nel periglio
la tua grazia ci sostegni;
fia che degni siam, o madre,
del cospetto divino tuo figlio,
che per te degni siam, o madre!
III. Mujer, ahí tienes a tu hijo, y tú, ahí tienes a tu madre
Virgen madre desconsolada,
llorando,
suspirando,
el suplicio execrable e impío
de Jesús, puso a prueba tu corazón,
desconsolada en la cruz, suspirando.
En este bárbaro momento,
con sentimiento amoroso,
acepta como hijo
al joven Juan,
que se mantuvo fiel en medio del dolor.
¡Virgen madre!
Oh refugio de los pecadores,
escucha el llanto de tus hijos:
que tu santo nombre les asista.
Madre fuente de perdón:
que tu santo nombre les asista.
Cuando la muerte se acerque,
no nos abandones;
ten compasión, madre celestial, reina,
tu que nos ayudas a vencer,
los malignos deseos del demonio.
En el peligro de la muerte
tu gracia nos sostiene;
que seamos dignos, oh madre,
del juicio divino de tu hijo;
que por ti seamos dignos de él, oh madre
IV. Eli, Eli, lamma sabacthani!
Perché m'hai derelitto?
Chi'l misterio scoprirà?
Chi è la mente del Signore?
Possente divinità
rettor e padre sovrano,
siamo l'opra di tua mano,
et or ci slava il tuo divino amor.
Grazia Signor, mercè noi qui ti rendiamo!
Soffrir per noi volesti
scherzo, pena, e rio dolor.
Chi può mai non amarti?
Sol beato chi'n te crede!
Chi può a te mancar di fede?
Chi può mai non amarti?
No, non fia che'l nostro amore
sia diviso dal Signore.
IV. Dios mío, ¿Por qué me has abandonado?
¿Por qué me has abandonado?
¿Quién descubrirá este misterio?
¿Cuál es el propósito del Señor?
Divinidad todopoderosa,
rector y padre soberano,
somos obra de tus manos,
y ahora nos salva tu divino amor.
¡Bendito Señor, te damos gracias!
Quisiste padecer por nosotros
sufrimiento, pena y abominable dolor.
¿Quién podría no amarte?
¡Sólo quien no cree en ti!
¿Quién no te sería fiel?
¿Quién podría no amarte?
No, que nuestro amor
nunca se separe del Señor.

V Gesù esclama: Ah, sitisco!
Cessi vendetta, odio e furor!
Deh! pietà sentite di lui
sia men duro il vostro cor.
Gesù esclama: Ah, sitisco!
Ma vino e fuel gli date per ristoro.
O martoro, o tormento crudel.
Già cede alla pena,
Gesù non ha più lena.
Gesù esclama: Ah, sitisco!
Cessi vendetta, odio e furor!
Crudi, deh, pietà de lui sentite
sia men duro il vostro cor.
Ah, per spegner la sua sete
gli portete vino e fiel.
O tormento il più crudel!

V Jesús exclama: ¡Ah tengo sed!
¡Cese la venganza, el odio y la furia!
Oh, tened piedad de él
sea menos duro vuestro corazón.
Jesús exclama: ¡Ah tengo sed!
Pero vinagre y hiel le dais para calmarle.
Oh martirio, oh tormento cruel.
Ya cede al castigo,
Jesús ya no tiene aliento.
Jesús exclama: ¡Ah tengo sed!
¡Cese la venganza, el odio, y la furia!
Crueles, oh tened piedad de él
sea menos duro vuestro corazón.
Ah, para saciar su sed
le traéis vinagre y hiel.
¡Oh el tormento más cruel!

VI. Consumatum est
Gesú grida dalla croce
fra l'orror in flebil voce:
è consumato!
Fu fatal per noi quel legno
che salute al fin recò.
O maligni accetati da peccati,
ah, per voi non vè mercede!
Uomo, pensa a te!
cosa mai tu dir potrai,
quando vien dell'uomo
il flglio di gloria pien?
Tu ci salva, o mediatore!
Sommo fonte di bontà!
le tue penne, la tua morte,
salvi o signor ci renderà!
Ed il ciel avremo in sorte,
teco nell eternità.
VI. Todo se ha cumplido
Jesús grita desde la cruz,
entre el horror, con voz débil:
“¡Todo se ha consumado!”
Fue fatal para nosotros aquel madero
por el que se alcanzó la salvación .
Oh malignos, culpables de pecado,
para vosotros no habrá recompensa.
¡Hombre, acuérdate!
¿qué podrás decir,
cuando venga el hijo del hombre
lleno de gloria?
¡Tú nos salvas, oh mediador!
¡Suma fuente de bondad,
tus sufrimientos, tu muerte,
oh Señor, nos salvará!
Y el cielo tendremos por destino
contigo en la eternidad.
VII. Pater, in manus tuas commendo spiritum meum!
Nella tua man, Signor,
lo spirto mio darò.
Or cessa ogni dolore
del bon Gesù che dice:
lo spirto, o padre amato,
a te sia commendato.
Sì nella tua ma, Signor.
Nel dir così
l'uom Dio morì.
Così vince gli orrori
del tartaro profondo,
e per amor del mondo
mori co' peccatori.
Per questa nova vita
che venderti possiamo?
A' pie di tuoi ponghiamo
o, Ges´ù, 'l nostro cor;
l'offerta sia a te, Signor.
A' pie di tuoi ponghiamo
o, Gesù, 'l nostro cor;
l'offerta sia gradita a te, Signor.
Nelle tue man, Signor,
lo spirto mio darò.
VII. ¡Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu!
En tus manos Señor,
abandono mi espíritu.
Ahora que cesa el dolor
del buen Jesús que dice:
“Oh padre amado,
a ti encomiendo mi espíritu”.
Así en tus manos, Señor.
Diciendo esto
el hombre Dios murió.
Así venció los horrores
del profundo averno,
y por amor al mundo
murió como los pecadores.
Por esta nueva vida
¿qué podemos ofrecerte?
A tus pies ponemos
oh Jesús nuestro corazón;
te lo ofrecemos a ti Señor.
A tus pies ponemos,
oh Jesús, nuestro corazón;
acepta nuestro ofrecimiento, Señor.
En tus manos, Señor,
abandono mi espíritu.
Il terremoto
L'uom Dio mori.
Rissuonan le cupe caverne.
Tu trema, o Golgata,
morì sulle tue vette.
Ah, fugi, o sol!
Oscura, infausto dì!
si spacchil'iniquo sol,
degli empi reo soggiorno!
Apritevi, o tombe,
e dalle catacombe
sorgete, o padri estinti!
Il suol che vi celò,
di sangue s'imbrattò.
El terremoto
El hombre Dios murió.
Resuenan las profundas cavernas.
Estremécete, oh Gólgota,
murió sobre tus colinas.
¡Ah huye el sol!
¡Oscurece, desdichado día!
¡Se desvanece el inicuo sol,
descanso de los abominables impíos!
¡Abrid, las tumbas,
y de las catacumbas
surgid, oh padres difuntos!
El suelo que os ocultó,
se embebió de sangre.