"Qué suave contento"
Qué suave contento
Academia de Música Antigua
de la Universidad de Salamanca
Martes 26 de junio. 20,30 horas
Capilla de la Universidad de Salamanca
Entrada Libre hasta completar el aforo
Marta infante (soprano)
Bernardo García-Bernalt (dirección)
QUÉ SUAVE CONTENTO,
QUÉ DULCE PLACER
El símbolo es, en música, la mediación entre el sonido, la
emoción y el sentido […].
Eugenio Trías,
El canto de las sirenas. Argumentos musicales, 2007
Qué suave contento, qué dulce placer –si se me permite
decirlo con el villancico a cuatro de Manuel Doyagüe
que se interpreta en este concierto junto a
otros de su género, además de arias y motetes– es convocar
a nuestra música galante para la difusión de las conmemoraciones.
Estas son, desde luego, las del VIII Centenario de
la Universidad de Salamanca, que tendrán lugar sabidamente
en 2018, pero que hace tiempo que venimos anticipándolo
a los cuatro vientos, como merece tan extraordinario
y sin parangón acontecimiento dentro del orbe
universitario hispano. La música, por su parte, la que procede
del fondo de la Capilla con que contó nuestra Universidad
durante la mayor parte del siglo XVIII bajo la dirección
de maestros eminentes y afamados.
El ofrecimiento ahora de nuestra música propia, producida
en un tiempo de la historia del Estudio en que este
atendía musicalmente a sus propias necesidades académicas
de ceremonial y representación, más allá por cierto de
la tutela del cabildo catedralicio en la materia, debe ser tenido
sin reserva como un recordatorio más de la riqueza
artística memorable y plural que atesora nuestra Universidad
a lo largo de sus ochocientos años de vida institucional
ininterrumpida.
Así lo ha entendido verdaderamente la Oficina del VIII
Centenario al asumir la iniciativa de esta emocionante Siesta
de música en la Capilla de San Jerónimo, de la mano y predisposición
de su Academia de Música Antigua y el buen
hacer de su director Bernardo García-Bernalt. Vendrán
pronto, a buen seguro, más actividades en este y otros ámbitos
semejantes, todos cuantos nos permitan rendir homenaje
a nuestro ingente patrimonio cultural histórico. En colaboración
estrecha siempre, como ha sucedido en este caso,
con el Servicio de Actividades Culturales de la Universidad,
porque es esta en su unidad y conjunto quien no deja de ser
al mismo tiempo sujeto y objeto de todas las celebraciones.
Que disfruten pues, queridos amigos, de este concierto iniciático,
de su deslumbrante convite para el mundo de los
sentidos. Y que sea la propia Música –por qué no, nadie
mejor que ella, personificada en asombrosa alegoría en la
primera monodia ariosa de L’Orfeo de Striggio y Monteverdi–
quien formule la oportuna invitación al deleite: Io la
Musica son, ch’ai dolci accenti/ So far tranquillo ogni turbato
core/ Et hor di nobil ira, ed hor d’amore/ Poss’infiammar le
più gelate menti (Yo la Música soy, y con dulces acentos/ sé
calmar los turbados corazones/ y ora de noble ira, ora de
amor/ enardecer puedo las más heladas almas). Que así sea
también hoy.
Salamanca, 26 de junio de 2012
Manuel Carlos Palomeque
Director de la Oficina del VIII Centenario Salamanca 2018
Universidad de Salamanca
Director: Bernardo García-Bernalt
PROGRAMA
Trío para dos violines y bajo Carl Stamitz (1745-1801)
(op. 16, n.º 61)
Andante non troppo moderato- Allegro fugato
Confuso todo, perturbado Manuel Doyagüe (1755-1842)
(Aria al Santísimo2, 18.ex)
Recitado (Despacio-Allegro-Despacio)- Aria (Despacio)
Memoria de sus prodigios Manuel Doyagüe (1755-1842)
(Villancico a cuatro al Santísimo, 17832)
Estribillo (Allegretto)- Coplas (Andante)- Respuesta (Allegretto)
Cuando el mundo llora Juan Montón (1755-1842)
(Villancico a tres al Santísimo, 17782)
Estribillo (Lento)- Coplas (Lento)- Respuesta (Lento)
Sonata en Fa menor Josep Gallés (1758-1836)
O quam suavis Anónimo
(Motete a cuatro al Santísimo, 18.ex2)
Jilguerillo del valle Felipe Prats (f. 18.2d)
(Villancico a cuatro al Santísimo, 17802)
Estribillo (Allegro)- Coplas (––)- Respuesta (––)
Soberano Jesús Anónimo
(Aria al Santísimo, 17832)
Recitado (Allegro)- Aria (Allegro no tanto)
¿Quién ha visto, quién? Anónimo
(Cuatro al Santísimo, 18.4q2)
Estribillo (Allegro)- Coplas a solo (Andante)- Respuesta (Allegro)
Final L. Boccherini (1743-1805)
(del trío en La mayor op. 54-6, G.118, 17963)
A recoger todos vamos Anónimo
(Villancico al Santísimo sobre un quinteto de Boccherini, 17742)
Estribillo (Allegro multo)-Coplas (Allegro moderato)-Respuesta (Vivo)
1 C. Ganer, Londres, 1785 ca.
2 Archivo de la capilla de música de la Universidad de Salamanca. Transcripción:
Bernardo García-Bernalt.
3 Pleyel, París 1798.
SIESTAS DE MÚSICA EN LA
UNIVERSIDAD DE SALAMANCA
EN EL SIGLO XVIII
“SIESTA: llaman también el punto de Música, que en las
Iglesias se canta por la tarde. Díxose assí porque en las cathedrales
se canta en la hora de la siesta”.
Diccionario de autoridades (Madrid 1737)
La Universidad de Salamanca contó durante los dos últimos
tercios del siglo XVIII (de 1738 a 1801, exactamente)
con una capilla de música propia, financiada
exclusivamente con fondos del arca universitaria. Las necesidades
de representación institucional, unidas a los deseos
de ruptura del statu quo mantenido desde finales del siglo
XVI con el cabildo catedralicio en materia de música, llevaron
al claustro universitario a tomar la decisión de erigir
una capilla musical que, fundamentalmente, contribuiría al
decoro de las numerosas celebraciones festivas que tenían
lugar en la capilla de San Jerónimo. A lo largo de sus sesenta
y tres años de vida, y con diversas fluctuaciones, la capilla
estuvo formada aproximadamente por una docena de músicos,
la mitad de ellos «de instrumento», primero bajo el
magisterio de Antonio Yanguas, posteriormente de Juan
Antonio Aragüés y, en los últimos ocho años, del organista
Bernardo del Manzano.
Hay constancia documental de que, a lo largo de esta época,
el programa de las festividades más solemnes incluía
habitualmente una peculiar actividad musical paralitúrgica:
la llamada siesta. Se celebraba aquellos días en los que
el Santísimo se dejaba expuesto desde la misa de la mañana,
precediendo al oficio litúrgico de la tarde. Este hecho
encaja perfectamente con el que, a principios del XVIII, fue
el origen de las siestas de música. Su finalidad primigenia
fue la de atraer fieles a las funciones vespertinas, así como
la de solemnizar e invitar a la devoción en las horas de
adoración eucarística. Y todo parece indicar que al menos
el primero de los objetivos se cumplió. La siesta se convirtió
así en el marco idóneo para la realización de cierto tipo
de manifestaciones artísticas –no siempre de carácter estrictamente
religioso– que en ocasiones rebasaban lo puramente
musical.
La tradición estaba plenamente asentada en el siglo XVIII,
habiéndose adaptado a los nuevos usos musicales de las
capillas. Un ejemplo frecuentemente citado lo hallamos
en el diario de la Compañía de Jesús que se conserva en
la bi blioteca universitaria salmantina (BUS ms. 578). En la
relación de las fiestas realizadas con motivo de la canonización
de San Luis Gonzaga y San Estanislao de Kostka leemos
que el 7 de julio de 1727: “Por la tarde (como también
todas las demás) hubo siesta, en que cantaron varios
villancicos y se tocaron excelentes sonatas italianas, con
dos arpas, dos violones, tres violines y dos oboes: hízola la
música de la Universidad”. Las celebraciones habían dejado
de tener un programa estrictamente religioso, incorporando
una música instrumental que no tenía por qué haber
sido escrita originalmente con fines litúrgicos. En cierto
modo, la siesta se acaba convirtiendo a lo largo del XVIII, y
de modo claro en el caso de la Universidad de Salamanca,
en una especie de «concierto sacro», un acto inserto en un
contexto espacio-temporal de carácter paralitúrgico pero
de contenido fundamentalmente musical.
Como ocurre con otras cuestiones relativas a la música, la
documentación unversitaria es muy parca en sus referencias
a las siestas. Se suele dejar constancia de los días en que tenían
lugar: fiestas del Santísimo, rogativas y fiestas gratulatorias
solemnes, fiestas especiales, como la organizada en
1743 por la concesión del rito propio para los Santos Mártires
de Salamanca o en 1798 por la beatificación de Juan
de Ribera, etc. Aparte de estas celebraciones «oficiales» el
Libro de juntas de música da noticia también de la participación
de la capilla universitaria en celebraciones ajenas al
Estudio. De hecho una de las más extensas referencias la
obtenemos a través de las constituciones de la capilla de
música de 1782, que reglamentan la asistencia de la misma
a funciones fuera de la universidad. Por lo que respecta a a
las siestas, en el apartado correspondiente a las faltas y sanciones,
se dice lo siguiente:
El que falta a la siesta habiendo empezado la primera pieza
de cantado pierde por lo correspondiente al segundo punto a
cubrir; pierde el que no llegue quando se a empezado el Villancico
y es el punto tercero […]
La otra [sic] para la siesta deberá ser desde Pascua de Resurrección
hasta San Lucas a las quatro, y el restante tiempo a
las tres en punto aduirtiendo se empieza con obertura. Las
fiestas en las Carmelitas, la Penitencia, San Caietano, como
otras que sean de tan corta dottazión, se empezará la fiesta a
las quatro y media en punto en el verano y en el tiempo restante
a las tres y media en punto: y las que ocurran según su
calidad determinará la capilla en el día la hora que más convenga
(AUSA 835 5v-6r)
Otro dato que ofrece de modo indirecto una información
relevante aparece en la junta de música de 3 de febrero de
1741. Esta sesión tuvo un carácter disciplinario, recogiéndose
en ella varias condiciones que se imponían al tenor Joseph
Alarcón para ser readmitido en la capilla. La segunda
de estas dice:Que en Vísperas, Missa y Completas de las fiestas que haga
tal Capilla ha de cantar lo que se le mande por el que
la gobierna. Y que en las siestas, areas a su gusto (AUSA
916, 54r).
A partir de estas y otras referencias que hemos hallado podemos
sugerir un boceto del desarollo que tendrían las siestas
en la capilla de San Jerónimo. Comenzarían con una
pieza instrumental (obertura), seguida de una obra vocal
(¿una cantada?) y a continuación un villancico. Nada podemos
asegurar sobre cómo seguirían, pero es razonable suponer
que se produciría una alternancia de obras instrumentales,
para coro, solistas, etc. Los músicos de voz elegirían
aquellas arias que querían interpretar y suponemos que el
resto sería organizado por el maestro de capilla. Este esquema
guarda paralelismos con algunas de las descripciones
documentadas en otros centros religiosos coetáneos.
Una parte importante del material musical de la capilla era
susceptible de ser ejecutado en las siestas. El número de villancicos
y cantadas dedicados al Santísimo es proporcionalmente
abrumador: con esta advocación se conservan –si
bien no íntegramente en todos las casos– 20 cantatas simples
y 125 villancicos, 12 de ellos con recitado y aria, lo que
constituye más de la mitad del número de piezas del archivo.
Un interés especial tienen dos obras instrumentales de
este fondo que, con casi total seguridad, formarían parte del
repertorio específico de las siestas: se trata de las transcripciones/
adaptaciones de dos sinfonías de Carl Stamitz (opus
13/16 núm. 4 y 6, París 1777). La hipótesis de que eran
utilizadas como piezas de inicio de la siesta es más que plausible,
viéndose corroborada por las referencias hechas por
Antonio Rafols en el capítulo IX de su Tratado de la sinfonía
(Reus 1801). Este autor constata la progresiva utilización
de las sinfonías como obras de abertura en algunas funciones
religiosas, instando a la contribución de las mismas al
pathos adecuado:
[Las sinfonías deben] preparar los ánimos de los christianos
para el misterio que va a celebrarse en el templo. Esto
lo cumplirían, si (como se cuydaba en las desterradas
aberturas) fuesen ellas una viva imagen del objeto, que
luego será presentado: si se previniese con tiernas y patéticas
consonancias las funciones fúnebres, y con brillantes
las alegres.
La práctica común de que la música instrumental fuera llevada
por los propios músicos, no estando en poder del
maestro junto a los «papeles de la capilla», ha motivado el
que apenas queden vestigios de la misma. Aun así en la documentación
universitaria hay referencias a autores como
el citado Carl Stamitz, Joseph Haydn o Luigi Boccherini,
así como sobre el conocimiento, por parte de músicos de
la capilla, del repertorio italiano anterior (Corelli, Albi -
noni, Vivaldi…).
La propuesta de concierto que presentamos trata de reproducir
una siesta en la Capilla de San Jerónimo en los últimos
años del siglo XVIII. La capilla de música de la Universidad
de Salamanca, cuyo repertorio se sumerge de
lleno en lo que de modo genérico podemos denominar
«estilo galante», comienza en esta época a abordar obras
en las que se perciben indicios de una modificación del
lenguaje, aproximándolo al del clasicismo vienés, aunque
sin acabar de perder los anclajes con el modelo italiano.
En las cantadas se hace una adaptación sui generis de las
convenciones sobre la música dramática que fueron codificadas
por Gluck (uso de recitativos obligados, abandono
del cliché estricto del aria col da capo…), mientras en los
villancicos, una forma que es considerada como autóctona
por algunos tratadistas de la época, se mantiene una estructura
formal que en general se adapta al modelo Estribillo-
Copla-Respuesta.
La mayor parte de las obras del programa propuesto proceden
del fondo universitario. Solo las intervenciones instrumentales
han de provenir de fuentes ajenas al mismo, por
los motivos antes expuestos. La presencia en el archivo de
las dos sinfonías de Stamitz mencionadas justifica histórica
y estilísticamente que la abertura de la siesta se haga con
una obra de este autor. A su vez, el villancico A recoger todos
vamos, construido sobre temas del último movimiento del
quinteto en La mayor n.º 1 del opus 10 de Boccherini (G
265, 1771), nos sirve como justificación para añadir, a modo
de sinfonía introductoria, un movimiento instrumental
tomado de otra obra del mismo autor.
El resultado global es una particular velada musical en la
que se suceden texturas heterogéneas y géneros diversos.
Una celebración en la que lo profano y lo religioso se entremezclan
(incluso en el interior de cada obra), hecho que
causó no pocas polémicas y provocó más de una reglamentación
y prohibición. Es posible que este mestizaje sea uno
más entre los motivos de la decisión que tomó la universidad
en 1801 para hacer desaparecer su capilla:
… atendiendo a que sería muy decoroso a la ilustración de
un cuerpo literario, el primero de la nación, desterrar de su
capilla una música theatral, agena del espíritu de la Iglesia,
contra la qual han declamado tanto los Santos Padres y los
hombres más zelosos de la Iglesia (AUSA 835, 159v).
Bernardo García-Bernalt
ACADEMIA DE MÚSICA ANTIGUA
DE LA UNIVERSIDAD DE SALAMANCA
VIOLÍN 1: Farran James
VIOLÍN 2: Kepa Arteche
VIOLONE: Francesc Aguiló
ÓRGANO/CÉMBALO: Carlos García-Bernalt
CORO DE CÁMARA
DE LA UNIVERSIDAD DE SALAMANCA
TIPLES 1: Ana Serrano, Bárbara Gomulka,
Elena Redondo, Noemí Pellejero, Mercedes Martín
TIPLES 2: Carmen del Olmo, Concha Yáñez,
Gloria Ramos, Lourdes Diego
ALTOS: Beatriz Mayoral, Cristina Alario, Concha Delgado,
Elisa Traubinger, Raquel Nieto
TENORES: Ariel Sribman, Carlos Fernández,
Carmelo Hernández, David G. Iglesias, Manuel Curiel,
Pedro Fernández
BAJOS: Alberto Miniño, Alejandro Gago, Álvaro de Dios,
Carlos Conde, Javier García, Jesús Plaza
CORREPETIDOR: Juan José Diego
SOPRANO SOLISTA:
Marta Infante
DIRECTOR:
Bernardo García-Bernalt
ACADEMIA DE MÚSICA ANTIGUA
DE LA UNIVERSIDAD DE SALAMANCA
CORO DE CÁMARA
La Academia de Música Antigua de la Universidad de
Salamanca fue creada en 1990 con el objeto de convertirse
en un centro de formación y producción en el
campo de la interpretación musical histórica. Desde entonces,
contando como agrupaciones principales con una orquesta
barroca, un consort de violas da gamba y un coro de
cámara, ha ofrecido centenares de conciertos, cursos y seminarios
de violín, viola y violonchelo barrocos, canto, viola da
gamba, clave, instrumentos de cuerda pulsada, etc. Para ello
cuenta con profesorado de la más alta cualificación. A Pedro
Gandía, Itziar Atutxa y Andoni Mercero se unen nombres
como Enrico Gatti, Sigiswald Kuijken, Jaap ter Linde, Wieland
Kuijken, Vitorio Ghielmi, Wim ten Have, Jacques
Ogg, Wilbert Hazelzet, Juan Carlos de Mulder, Maggie
Urqhart, Marion Middenway, Richard Levitt, Carlos Mena…
hasta más de un centenar de colaboradores.
El Coro de Cámara de la Universidad de Salamanca fue creado
en 1984 con el objeto de especializarse en la polifonía
ibérica de los siglos XVI al XVIII. Desde entonces viene realizando
un intenso trabajo de difusión y estudio de este repertorio,
que se ha plasmado en centenares de conciertos,
muchos de los cuales han supuesto el «reestreno» de partituras
inéditas correspondientes a este periodo.
Ha participado en numerosos ciclos y festivales como son
el Encuentro Nacional de Polifonía de 1987, el ciclo «Música
da época das descobertas» (Lisboa), la I Muestra de Polifonía
Española (Würzburg), la I Rassegna Polifonica Internazionale
(Bolonia), el XIV Ciclo de Música de Cámara
y Polifonía (Auditorio Nacional de Madrid), la Semana de
Música de Canarias, «Música en la España de la expulsión»
(Lincoln Center y Aaron Copland Auditorium de Nueva
York), A Música na Catedral de Santiago de Compostela
no século XVIII, Semanas de Música Religiosa de Salamanca,
XVIII Jornadas Gulbenkian de Música Antigua (Lisboa),
Porto 2001, Los Siglos de Oro, Música y Patrimonio
(Salamanca 2002), ciclo de conciertos de Navidad de Caja
San Fernando, ciclo «Plaza Sacra» (Salamanca 2005), Festival
«Florilegio» (Salamanca). FEX del Festival Internacional
de Música y Danza de Granada, X Festival de Música
antigua de Úbeda y Baeza, X edición del festival Clásicos
en la Frontera (Huesca), ciclo de polifonía «Victoria y su
tiempo» (Ávila), etc. Cuenta con diversas ediciones discográficas
para RTVE, Movieplay y Verso que han recibido
excelentes críticas (disco del mes en Ritmo, 5 estrellas de
Goldberg, etc.). Asimismo RNE clásica le ha dedicado varios
programas.
Ha actuado con grupos y orquestas como los Sacque -
boutiers de Tolouse, Segreis de Lisboa, la orquesta barroca
«Il Fondamento», la Orquesta Sinfónica de Bilbao, la Or -
questa del Conservatorio de Ginebra, el Ensemble Elyma,
Los Músicos de su Alteza, la Orquesta Barroca de Sevilla, la
Orquesta de Cámara Gerardo Gombau, etc. Asimismo, colabora
periódicamente con la Orquesta Barroca y el Consort
de Violas da Gamba de la Universidad de Salamanca.
Raquel Andueza, soprano
Nacida en Pamplona, inicia su formación musical a los seis
años. Posteriormente, becada por el Gobierno de Navarra y
el Ayuntamiento de Londres, amplía estudios en la Guildhall
Shool of Music and Drama de Londres, donde en al
año 2000 obtiene el Bachelor of Music con mención honorífica
y recibe el premio School Singing Prize. En el año
2000 conoce al maestro Richard Levitt, quien ha sido su referente
hasta el presente.
Colabora asiduamente con diversas formaciones: L’Arpeggiata,
Gli Incogniti, La Tempestad, Al Ayre Español, Orquesta
Barroca de Sevilla, Osquesta Barroca de Salamanca,
El Concierto Español, Private Musicke, Conductus Ensemble,
La Real Cámara, Hippocampus, Orquesta y Coro de la
Comunidad de Madrid, B’Rock, More Hispano, Orphénica
Lyra, etc. En 2003 pasa a formar parte del cuarteto vocal
La Colombina; en ese mismo año funda junto al tiorbista
Jesús Fernández Baena un dúo especializado en música italiana
del siglo XVII y en 2010 el grupo La Galanía.
Actúa como solista en los principales festivales y auditorios
de toda Europa (París, Madrid, Barcelona, Bruselas,
Utrecht, Praga, Bucarest, Viena, México, Nápoles, Granada,
Londres), y en 2004 hace su debut en Estados Unidos
en el Sundin Hall de Minneapolis. Ha sido dirigida por directores
como William Christie, Fabio Biondi, Emilio Moreno,
Jacques Ogg, Monica Huggett, Eduardo López-Banzo,
Christina Pluhar, Andoni Sierra, Richard Egarr, Ottavio
Dantone, Ernest Martínez-Izquierdo, Christian Curnyn,
Pablo Heras, Sir Colin Davis, Jordi Casas, etc.
Raquel es invitada para impartir cursos de canto en el Teatro
Real de Madrid, así como en las universidades de Burgos
y Alcalá de Henares.
Ha realizado grabaciones para sellos discográficos como
Virgin Classics, Glossa, K617, NB Musika, Accentus y
Zig-Zag Territoires. En 2010 crea su propio sello discográfico,
Anima e Corpo, lanzando en enero de 2011 el disco
Yo soy la locura.