"Días Estupendos"

TEATRO

Viernes, 4 de noviembre
Teatro Juan del Enzina
22.00 h    10 €


DÍAS ESTUPENDOS
Texto y dirección: Alfredo Sanzol
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Reparto:
Elena González
Natalia Hernández
Pablo Vázquez
Juan Antonio Lumbreras
Paco Déniz
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Días estupendos va sobre el verano.
El verano es un tiempo en el que la personalidad sufre el cambio más brusco de todo el año. Proyectamos fantasías, realidades que nos gustaría vivir, esperanzas de paraísos… y queremos que todo se realice en ese breve espacio de tiempo en el que podemos romper con la actividad habitual, para meternos en una especie de burbuja.
El verano es un tubo de ensayo, en el que aparecen las voces que permanecen normalmente ocultas el resto del año, y que producen en nosotros una experiencia de realidad paralela.
Días estupendos va sobre la nostalgia del verano y sobre la libertad que sentíamos cuando éramos niños.
Sobre el deseo de salir corriendo.
Sobre esos días del año en los que concentramos todas nuestras esperanzas de felicidad.
Sobre la frustración y el estrés que produce no conseguirlas.
Sobre la gente que conocemos en tan poco tiempo y con la que entablamos extrañas y fugaces relaciones de amistad.
Días estupendos habla de la transformación que sufrimos en quince días.
Las vacaciones son un paréntesis extraño.
El peligro de salir de la rutina puede producir situaciones inesperadas, encuentros inesperados, que nos hacen pensar en cosas inesperadas, que nos hacen hacer cosas inesperadas.
El verano es el tiempo en el que la vida se expresa con más exuberancia, con más luz y más calor, pero es el tiempo también en el que se cuaja la muerte que llega con el invierno.
Las historias de Días estupendos tienen que ver con esa sensación de cresta vital. Donde más fuerte se expresa la vida, se encuentra el inicio de la muerte.
Son historias extremas. De emociones radicales. Donde no es posible la negociación. Donde la intensidad arrastra la acción. Donde horrorizados nos reímos.
En el campo, la cosecha es la metáfora perfecta de esa dualidad. Cuando mejor está el fruto se arranca de la rama.
Cuando escribo invento una memoria. Recuerdo las historias como si las hubiese vivido, y eso me sirve para conocer. Días estupendos es un viaje inventado a mis veranos, un sueño que sueño despierto y que necesito soñar para poder recordar. En apariencia tengo mala memoria, pero me da la sensación de que se trata de una memoria no consciente. Muchas veces no recuerdo los hechos, pero sí guardo las sensaciones. Hacer teatro me sirve para recuperar esas sensaciones a través de las cuales conozco la realidad.  Cuento las historias para inventar los hechos que no recuerdo, y para contar me sirvo de las sensaciones que sí guardo.
ALFREDO SANZOL