"La Casa de Bernarda Alba"
La Casa de Bernarda Alba
Las Noches del Fonseca
Martes 13 de Julio 23,00 horas
La Casa de Bernarda Alba
de Federico García Lorca
Dirección y dramaturgia: Pepa Gamboa
Reparto
Rocio Montero Maya Bernarda
Mª Luz Navarro Jiménez Josefa (abuela)
Lole del Campo Díaz Martirio
Carina Ramírez Montero Amelia
Sandra Ramírez Montero Angustias
Ana Jiménez García Magdalena
Sonia Joana Da Silva /
Isabel Suárez Ramírez Adela
Pilar Montero Suárez Criada
Marga Reyes / Bea Ortega Poncia
Uno de los proyectos más emblemáticos del Centro Internacional de Investigación TNT es el Programa Imarginario, y dentro del mismo, todo el proyecto con El Vacie. Se trata del asentamiento chabolista más antiguo de Europa, que cuenta con un millar de habitantes y se encuentra a unos centenares de metros de TNT.
Tras el taller impartido el pasado año por Silvia Garzón con una veintena de mujeres de etnia gitana, este año Pepa Gamboa, con la ayuda de dirección de Silvia, va a llevar a escena La casa de Bernarda Alba de Lorca con nueve gitanas sin alfabetizar que por vez primera pisarán un escenario.
El montaje, que se estrenó el 8 de noviembre como cierre del II MITIN, ha levantado una enorme expectación. La mayor parte de las televisiones y demás medios de comunicación han realizado amplios reportajes sobre este histórico evento que supone una experiencia de integración social única en España. Laura García Lorca –sobrina del autor y presidenta de la Fundación Lorca–, que asistió al estreno, no dudó en decir que era una de las versiones más lorquianas y emocionantes de cuantas hubiera presenciado de esta obra. La crítica se ha deshecho en elogios. El espectáculo se ha presentado en Sevilla en 22 ocasiones con el aforo completo y ha iniciado ya su gira en Castellón y Elche y Madrid con llenos absolutos.
El 11 de febrero recibió de la consejera de Cultura de la Junta de Andalucía el Premio Canal Sur al Acontecimiento Revelación de la Temporada, compartiendo protagonismo con los otros premiados: Martirio, Alejandro Sanz, Lola Dueñas, Macaco y Kiti Manver.
Ayudantes de dirección
Silvia Garzón
Jero Obrador
Marga Reyes
Realización escenografía
Antonio Marín
Damián Romero
Vestuario
Virginia Serna
Sonido
Emilio Morales
Iluminación
Alejandro Conesa
Asesor de dramaturgia y regiduría
Jero Obrador
Dirección, dramaturgia y espacio escénico
Pepa Gamboa
Quizá sea ésta la obra más cercana a la tragedia griega dentro del teatro español del siglo xx, pero al mismo tiempo, debido a la situación de encierro en que la matriarca mantiene a toda su familia, puede derivar en un delirio. Pepa Gamboa ha apostado por sacar la autenticidad, la espontaneidad, el juego, la tremenda energía y generosidad de las mujeres que interpretan las obra. La imposibilidad de retener un texto para personas sin alfabetizar que sólo habían pisado una vez en su vida un teatro no ha sido un obstáculo para que Lorca esté presente en cada mirada, en cada pisada, en cada acción, tal como confirmó su sobrina Laura, presente en el estreno para quien se trataba de “la Bernarda más lorquiana” que había presenciado.
Las ocho mujeres de etnia gitana, que viven “encerradas” en el asentamiento chabolista más antiguo de Europa, han conseguido generar una catarsis en todos y cada uno de los miles de espectadores que ya han aplaudido en pie durante minutos al que, según la unánime crítica, ha significado “el estreno más emotivo que se haya visto en mucho tiempo en Sevilla” y uno de los éxitos de la temporada teatral española. En 2010, declarado por el paramento Europeo “Año Europeo contra la Pobreza y la Exclusión Social”, el espectáculo realizará una extensa gira. Nada más comenzar este año han recibido el premio El Público al “Acontecimiento Revelación”, que otorga Canal Sur.
De puntilla y descalzas
De puntillas y descalzas nos acercamos a Lorca. Lorca, que ha servido para sacar a estas mujeres de las chabolas y subirlas a un escenario. La barraca rediviva y a la inversa: el pueblo que ocupa la escena e ilustra al respetable. Y es el pueblo al que Lorca le escribió su romancero, el Romancero Gitano.
La casa de Bernarda Alba, que Lorca subtituló Drama de las Mujeres en los Pueblos de España, es en mi opinión una de las obras capitales de la dramaturgia contemporánea. ¿Qué hemos hecho en nuestra versión? Fragmentarlo, interpretar la geografía, bucear entre sus líneas, resolver entre sus paralelos y meridianos con el fin de acercarlo a la realidad y al lenguaje de nuestras protagonistas, hoja perenne del imaginario lorquiano.
Hemos hecho un pacto con Lorca y Lorca lo ha hecho con nosotras. La fábula se mantiene: universo femenino; encierro femenino; encierro del cuerpo y del alma de la mujer, donde los hombres simbolizan una falsa libertad. ¿Dónde están los hombres? En otra parte: son fantasmas, sombras, voces lejanas que en la oscuridad resuenan como un hueco. Un espejo en el que ninguna se contempla.
Hemos hecho un pacto con Lorca. Nuestro trabajo nunca pretendió que ellas pareciesen actrices, que figurasen ser lo que no son, porque las cosas son como son y ahí reside su verdadera belleza. No ha consistido en camuflar, sino en exponer al desnudo una experiencia, la teatral, que nació para capturar la vida. Cuando Ricardo Iniesta me ofreció trabajar con las gitanas del Vacie pensé en Lorca y su Bernarda, cuyas hijas viven encerradas entre muros esperando. ¿Pero no hay también un encierro a cielo abierto? ¿Un encierro a pleno sol, dónde la libertad es la casa y el encierro es la calle? El revés de Bernarda.
Los ensayos por la tarde, porque por la mañana hay que organizar el asunto de los niños, buscar dinero para hacer la compra y después la comida, volver a organizar lo de los niños. Mejor por la tarde y a ser posible (que no fue posible) después de la novela. Y allá van los ensayos. De la risa la llanto y del llanto a la risa. Más risas que llantos, como corresponde a una celebración. Lo surreal vestido de popular y lo popular de surreal, como suele suceder en la vida.
Y poco a poco todo va tomando cuerpo, vistiéndose con los ropajes de una forma nómada, como la música de espectáculo que itinerante va de Hungría a Portugal siguiendo los pasos del pueblo gitano.
Y siguiéndolas a ellas un equipo de profesionales, que en este caso ha sido especialmente valioso por la convivencia artística y humana que han fomentado.
Tengo la impresión de que ninguno de nosotros olvidará esta experiencia, tanto por el trabajo como por el disfrute que ha supuesto esta convivencia tan singular, real y radical.
Pepa Gamboa