Exposición "Alba Díez Mijangos. Cotidiano"
Alba Díez Mijangos
Cotidiano
Del 16 de septiembre al 10 de octubre de 2010
Martes-Sabado: 12:00-14:00 y 18:00-21:00
Domingos y festivos: 10:00-14:00
Lunes cerrado
Tomar conciencia de estar vivo, de aquello que nos envuelve y acontece en todo momento es seguramente una de las sabias aspiraciones que el ser humano puede llegar a tener. Desde la misma respiración hasta la percepción consciente de cualquier hecho cotidiano aparentemente banal puede revelarnos un sentido real. Pero verlo con claridad requiere un largo adiestramiento en el que las disciplinas del arte pueden tener mucho que decir y mostrar.
Hasta donde he podido, he seguido el desarrollo del trabajo plástico de Alba Díez percibiendo el a veces incómodo e inquietante proceso de interiorización previo a la construcción de los signos que confi guran la imagen. La línea descriptiva de los genitales dibujados señalando una interna desnudez se confrontaba entonces con un estallido irracional y emocional del gesto expresionista del color que se presentaba como un sugerente movimiento de síntesis entre la ocultación y la revelación. No parecían ser sufi cientes estos elementos para la búsqueda. Alba requiere entonces un proceso más amplio y narrativo capaz de hacer contar historias a los objetos cercanos pero sin recurrir ahora a la espesa salsa del expresionismo nuestro de todos los días. Sus conocimientos de la efectividad de algunos procesos del diseño gráfi co la conducen a “limpiar” y “enfriar” gráfi camente el mobiliario y las fi guras que habitan su pintura para comenzar a articular su relato en otras direcciones con mayor serenidad y contención expresiva.
Los actos y gestos más cotidianos, según las costumbres, que puede una persona realizar del modo incluso más inconsciente se convierten en objeto de atención y estudio. Es ahí donde nos revelamos todos de un modo más evidente y real, a veces quizá a nuestro pesar. Dormir, desperezarse, lavarse, vestirse, desnudarse, sentarse,… conforman ahora una larga constelación de signos y motivos que quiero ver potencialmente atractivos en su aparente nada
especial. Es aquello que tenemos delante y rara vez observamos con la atención requerida pero
que una mirada educada sabe recoger y traducir de modo efectivo en un soporte artístico.
En buena parte de las telas de esta exposición es utilizada una secuencia temporal del movimiento de una fi gura solucionada en tres fases. Trazados con líneas de colores limpios,
sencillos y evitando el traslapo, las representaciones muestran su inocencia transparente a
través de un intrincado tejido gráfi co-musical de contrastes que a su vez parece querernos señalar precisamente que sus cándidos actos son refl ejo al fi n y al cabo de procesos internos complejos, sí, pero también de un necesario sentido poético que ha de atrapar los sentidos del espectador sensible a través de la pintura. A ello colabora el limpio, claro y tenaz trabajo de Alba Díez.
Manuel Luca de Tena
Profesor de la Facultad de Bellas Artes
Universidad de Salamanca